miércoles, 1 de septiembre de 2010

Qusiera no quererte

Quisiera no quererte,
quisiera no pensarte,
quisiera no saber de ti.
Quisiera vivir en un mundo aparte,
sentir sin sentidos,
sufrir sin sufrir.

Quisiera soñar que no te he soñado
quisiera mentirme una vez más,
quisiera que fueras parte del pasado,
no haberte encontrado en mi soledad.

Quisiera olvidarme
que no puedo olvidarte
quisiera creer
que ya no voy a extrañar
tus ojos abiertos,
tu dulce mirada,
tus lindas palabras,
tu forma de andar,
tu boca animada,
tu risa inminente,
tus manos calientes,
y tu caminar.


martes, 23 de marzo de 2010

Quiero

Testigo presencial
del amor y el dolor.
Amo y esclavo
de tu mundo olvidado.
Náufrago de mi soledad,
preso del destino.
Soñador dedicado,
tus retos, los míos.

Víctima del afán
de nuestros sueños en cumplirse.
Pirata del tesoro
que nunca he de encontrar.
Poeta de los versos
mas tristes que has oido.
Mujer que siempre quise,
y nunca quise amar.

Quiero olvidarte ya,
quiero saberte lejos.
Quiero jugar el juego
de no quererte más.
Quiero, pero siento pena
por no tenerte cerca;
quiero pero juego
el juego de la soledad.

Quiero y lo imagino
aunque me duele a diario,
no tener tus ojos
en mi despertar.
Quiero, y siento imposible
no quererte tanto,
no pensarte más,
no poder tenerte
entre estos brazos vacíos,
rendirme en tus ojos,
soñar por soñar,
sacarme una espina,
jugar el juego aquel
en que somos libres.
Y poder volar...

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Sin querer, te pienso

Una ráfaga de paz,
un momento de silencio,
una melodía en el aire
que nadie podría tocar.
Un instante fugaz,
de utopías alcanzables,
de recuerdos memorables
que añoran perdurar.

Varias notas de aquel tema
que no cesas de escuchar,
esas rimas de un poeta,
que amas, y siempre leerás.
Un instante de sueños vivos,
y ¡que imaginación!, me dirás,
pero vivo enloquecido
por hacerlos realidad.

Una inocente brisa,
una tenue luz
que me trae tu mirada,
una sonrisa
y unas simples palabras,
que me dijiste, y no olvidaré.

Un silencio cruel,
una pausa del deseo,
unas ganas incansables
de decirte que te quiero.
Un verso sin razón,
una idea sin sentido,
estas líneas tristes,
la desazón y el olvido.
Saber que estoy lejos de ti,
saber que no hay puentes tendidos,
el reloj muriéndose,
todo este tiempo perdido.

Un llanto a destiempo,
un mar sin olas,
una calle perdida
en una vaga ciudad.
Un pájaro sin alas,
una triste saeta
que corta el viento
y el yelmo de mi soledad.

Esta dulce presencia,
esta vaga conciencia
de lo que jamás será.
Este endeble andamio
a encontrarte algún día,
y esta melancolía
de respirar si no estás.

Esto es lo que pasa,
lo que invade aquel momento
en que sin querer te pienso.
Y no creas que no lo intento,
pero he de vivir así, y lo siento,
pensando fugazmente que es cierto,
que nada me impide creer,
que algún día tendré tus ojos
para mirarlos en noches etéreas,
y tendrás tú mi alma
para hacer con ella lo que quieras,
si aún crees que no fue suficiente,
que no significa nada,
morirme de repente,
y vagar inútilmente,
por el recuerdo de tu mirada.